
Carlos Bronson, el actor más justo de la historia, también tuvo sus momentos de entusiasmo en el celuloide. Sin ir más lejos en "Yo soy la justicia", si congelamos la película en el frame 23,04, aparece lo que en realidad llevaba el bueno de Charles en la mano. Y es que éste es uno de los grandes secretos de Hollywood: Carlos Bronson tenía miedo a las armas; Era coger una con sus duras manos, e irse por la pata abajo. Ni los mejores psicólogos argentinos, ni tan siquiera los mejores psiquiatras del mundo, pudieron curarle. Por eso, cada una de las escenas de acción en las que Bronson quedó filmado con armas en la mano, son falsas; Burdos retoques de post-producción. La cruda -y triste realidad- es que siempre tuvo a mano, un buen bocadillo de jamón, lomo, lechuga y mahonesa... si... ese fué el verdadero sino de la justicia en persona. Porque cuando decía "yo soy la muerte", quizás hablaba de su colesterol y la movida por comer bocatas y bocatas de panceta. Porque el más grande de los duros, el hombre con el bigote más apelmazado de la historia, el de la mirada achinada por la carga de responsabilidad hacia lo bueno, justo y necesario... este gran hombre, siempre tuvo por bandera el entusiasmo.
Descanse en paz.
Pd. No recordamos exactamente si
Carlos Bronson falleció, o si sigue vivo. En todo caso, si vive será muy mayor.