
Yo de pequeñita era fea; muy fea muy fea.
Me pusieron Sonia, porque así cuando me llamaban, tenía nombre de compresa "¡Au, Sonia!".
Mira si era fea, que cuando hice la comunión, el cura me dio una pedazo de hostia, que llegué a la altura del tercer banco... caí encima de unas señoras mayores, que se volvieron
locas gritando: "¡Un murciélago!"
Una vez mis padres me llevaron al cine, y llegamos tarde. Entramos en la sala cuando la película ya estaba en marcha, y tuvimos que llamar al acomodador.
Pues cuando me enfocó con la linterna, el hombre les dijo muy serio a mis padres, que en la sala no podían entrar perros.
Y mis padres se salieron porque les resultaba demasiado difícil explicarle al tipo que yo era una niña. Fea, pero niña, al fin y al cabo.
Mi primer novio resultó ser gay. Se fue a vivir con mi segundo novio. Estuvieron juntos cinco años, hasta que se separaron.
El segundo le puso los cuernos al primero. Primero, como le quería mucho, pues intentaba disimularlo...hacer como si no fuera la cosa con él.
Lo que pasa es que, claro hubo un día que ya no pudo remediarlo... con la cornamenta rascaba el techo del pasillo... y ya sabéis como son de perfeccionistas los gays.
Y claro, se separaron. El segundo se casó con mi tercer novio. Los casó el primero, que una vez recuperado de la torticolis, se metió a cura...
Cuando ya no pude más, porque estaba harta de ser fea y que nadie me valorase realmente, fui a un cirujano plástico y me operé, entera.
Como no tenia mucho dinero, para pagar la operación tuve que hacerle al cirujano una mamada del copon. Al cirujano, al equipo médico al completo, a sus respectivas familias
y a un señor que pasaba por allí en aquel momento. A este no hacía falta, pero ya que estaba puesta en el asunto, uno más tampoco era para tanto...
Es que, cuando me pongo, soy muy aplicada...
"-Pero si yo solo iba a por el pan"... y yo "-No se preocupe de nada buen hombre y disfrute, que esto no le pasará muchas veces en la vida"... y tenía razón. Se quedó tieso allí mismo...
Quiero decir que le dio un infarto y la guiñó (no seáis malpensados, eh!)
Como o tenía familia, y el testamento decía "lo dejo todo a la persona que consiga hacerme feliz", pues me lo dieron todo a mí.
Y ahora soy una mujer nueva. Guapa, rica... no queda nada de la antigua Sonia. Bueno, miento, si queda algo:
Las noches de luna llena, no se porqué extraño fenómeno, mi piel se revierte y recupero la apariencia que tenía antes. Es asqueroso pero, qué quieren que les diga...
¡Menudo susto se llevó mi novio la primera vez que lo vio!... Se le salía el corazón por la boca. Cuando se lo conté todo a la mañana siguiente, me miró fijamente a los ojos, y me dijo:
-"cariño, menos mal que solo fue un rato, porque de verte, me entraban ganas de hacerme gay".