
In-creíble. Después de exhaustivas pruebas, se ha llegado a la conclusión de que, en realidad, el periodista Irakí no arrojó sus zapatos al bueno de Jorgito; en realidad, se trataba de dos suculentos Don Carlones, que le ofreció en señal de agradecimiento por haber liberado su país del yugo islamista-radical. Pero nadie entendió la ofrenda, ni el modo, tan entusiasmado de hacerla; Es lo que vendríamos a denominar, diferencias culturales, daños colaterales generados por una falta de comunicación, etc, etc, etc...
Como dato curioso, que corrobora este hecho, observen la expresión del señor de al lado del retrasado mental borracho cocainómano que pasea en cochecitos de jugar al golf y se atraganta con galletas mientras financia guerras por el mundo de pretoleo... Pues bien, la cara de este figura y su mirada lasciva dirigida al bocata volador solo tienen una interpretación posible: ¡Qué pinta tiene este bocadillo... como se descuide el de al lado, me lo zampo de un bocao!.
Como dato curioso, que corrobora este hecho, observen la expresión del señor de al lado del retrasado mental borracho cocainómano que pasea en cochecitos de jugar al golf y se atraganta con galletas mientras financia guerras por el mundo de pretoleo... Pues bien, la cara de este figura y su mirada lasciva dirigida al bocata volador solo tienen una interpretación posible: ¡Qué pinta tiene este bocadillo... como se descuide el de al lado, me lo zampo de un bocao!.

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