
SR.热情 García Rosell.
Corresponsal infiltrado en el chino.
(En el restaurante chino, claro)



Lo prometido es deuda... no se como hacen el rebozado, ni quiero saberlo.
Y lo único que sé: que el limón solo lo veo a modo decorativo. Pero está bueno...
¡Viva la gula!
Respecto a los otros pecados capitales, en vez de pecar de lujuria lo que hice fue devorar ávidamente a todas y cada una de las féminas del restaurante... eso sí, con la mirada y con mucho disimulo.
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